viernes, 23 de octubre de 2009

Se equivoca Vd. Sr. Presidente




Por Juanjo Asenjo

Desde que las antes denominadas “letras”, se han empezado a convertir en “ciencias” en aras de una pretendida mayor credibilidad, ninguno damos pie con bola. Y así nos encontramos con que los economistas, que son incapaces de prever la crisis de 1929 pero explican claramente a posteriori sus causas, nos envuelven con una maraña de gráficos, estadísticas y explicaciones que justifican la crisis. Y lo lamento, pero se equivocan... Y lo lamento, porque la crisis lo es no del sistema liberal, sino de un sistema capitalista desordenado. Mientras las grandes empresas engordaban sus bolsillos al grito de “la empresa ha muerto, viva el negocio”, los políticos miraban a otro lado, pensando que de esos flujos de capital ya quedarían remanentes, al menos para algunos.-

Y cuando Vd. afirma que el origen de la crisis la tiene las hipotecas “subprime” norteamericanas, y presume de la fortaleza del sistema financiero español, hierra, y se equivoca gravemente. Le ruego me permita exponerle la situación de una forma clara. Para los que entendemos que la economía es una ciencia social, que los instrumentos matemáticos son meros instrumentos para la toma de decisiones en un contexto social, y que la globalización será de negocio, pero no de personas, las cosas son trasparentes; claro que, lo admito, a lo mejor estoy equivocado, pero, como le dijo la araña a la mosca, vayamos por partes.-

Las hipotecas “subprime” norteamericanas parten de un principio muy simple. Yo doy un crédito para adquirir una vivienda, pero esa vivienda no alcanza el valor del dinero que presto... Claro, que yo estoy jugando con el beneficio que voy a obtener con la evolución de los precios, con lo que genero “negocio”, buena cuenta de resultados, y además parezco tremendamente solvente, porque los préstamos que he concedido son inferiores al valor del inmueble que lo garantizó (por cierto Sr. Zapatero... ¿Le suena a Vd. este principio nuevo de “valor razonable” en vez del criterio de “prudencia valorativa” que ha introducido su gobierno en la contabilidad de las empresas?... Quizás deberían replantearse que están haciendo con el único instrumento para conocer la situación, no sólo económica, sino jurídica de una sociedad). Claro que hay un parámetro que no se toma en cuenta. La historia (de esa que a Vd. no le gusta, a menos que pueda alterarse según que intereses) es tozuda y forma a los pueblos, su forma de vida y de ser... ¡Vaya por dónde los norteamericanos son un pueblo adaptado a la movilidad!; son herederos de los colonos que atravesaban en carretas todo el territorio para asentarse en otra zona distante a miles de kilómetros de su lugar de nacimiento... Y si no les gustaba, empaquetaban, y se volvían a marchar. Y esa filosofía la mantienen hoy en día. Si mi casa vale menos que lo que debo, ahí se queda y yo me voy. Y esa imagen la retiene quien haya visto una película americana (si, eso de, “no me gusta mi trabajo en San Diego, pues me voy a Nueva York”) Y eso genera una bajada en cadena de los precios, ya sabe, mayor oferta, bajada de precios.-

¿Y en España? Pues mire Vd., Sr. Presidente, en España todas las hipotecas son “subprime”, bueno, quizás exagero, ¿o no? En esta Nación, el suelo, el ladrillo, ha servido de motor financiero de las Comunidades Autónomas, de los Ayuntamientos, de... (Mejor no hablemos de los escándalos urbanísticos....). Y eso es responsabilidad de todos los gobiernos desde los años 80. Claro, que era la única forma de soportar un Estado de autonomías que nos sangra por todas partes... La locura urbanística era tal, que se generaban plusvalías del 100% en un año, que se compraba sobre plano, y antes de finalizar la obra, se había revalorizado, en un puñado de meses, un 30%. Fenómenos inmobiliarios se lucraban con la idea del “negocio”, no de la empresa constructora. La cultura del pelotazo, del todo vale... ¿De verdad Vd. considera que los inmuebles valen lo que están garantizado? Claro, que el valor lo fija el mercado... Pero, ¿de qué mercado hablamos? De un monopolio de la Administración Pública (léase Administración Central, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos); porque si bien la propiedad la ostentaban los particulares, cómo, cuándo y dónde se podía construir no. Una cosa es la ordenación urbanística, y otra muy distinta forzar la especulación del suelo. Un piso de valor final de 600.000 euros, ¿qué parte es de suelo y que parte de construcción? Pongamos un 30% construcción y un 60% suelo… ¿Pero de verdad cree que un piso que valía 120.000 euros puede valer en 10 años 600.000 euros? O estamos ebrios, o hipnotizados o preferimos no ver la realidad... No, claro que no lo vale; ese valor del suelo exorbitante sobre el producto terminado dice mucho de nuestra realidad. Y no tiene más que ver la oferta de pisos para comprobarlo... Muchos ingleses, con propiedades en la costa, acostumbrados a los vaivenes económicos, lo tienen claro. Vendo por lo que me queda de pagar de préstamo, y eso que gano, o mejor dicho, eso que ya no pierdo.-

¿Y por qué aquí no ha estallado a las entidades financieras el problema de las hipotecas “subprime”?... Vaya, la historia y la idiosincrasia de España vuelve. Vera Vd., el español ha tenido que defender su terruño desde siempre, nos agarrábamos al arado mientras los musulmanes, que sin duda no conocían la alianza de civilizaciones, asolaban sus tierras, y ahí aguantaban. Y lo hicieron con los franceses, y hasta en la Guerra Civil española de 1936. Y seguimos prefiriendo comprar nuestra residencia, dónde vamos a vivir y quizás fallecer, y, por eso, nuestra casa no es un objeto; no importa si vale más o menos, simplemente es nuestro hogar, y la intentaremos defender con uñas y dientes. Sí, eso que Vds. (y aquí me refiero a los políticos españoles) criticaban, el empecinamiento en comprar en vez de alquilar... Eso que, según ustedes, generaba la inflación de los pisos (en vez de apuntar a otros más culpables, porque a fin de cuentas, sólo queríamos nuestra casa y, ¿es mucho pedir?). Bueno, pues esa actitud es la que está salvando el sistema financiero español. Los españolitos de a pie, pagaremos nuestra casa mientras podamos, no porque valga más o menos que nuestra hipoteca, sino porque es nuestra casa, nuestro hogar... No me diga cuanto vale, porque no importa, es donde vivo, lo que podré dejar a mis hijos, mi último reducto si me ocurre algo. Y Vd. aplica criterios internacionales cuando tenía que aplicar criterios sociales. Los bancos españoles no necesitan liquidez, y si la necesitan, explíquenos cómo es posible las operaciones de compra que están realizando, y los beneficios que están presentando... En cualquier caso, si la necesitan, no es tanta como la necesidad de liquidez que tienen las empresas y familias españolas, porque, eso se lo garantizo, o inyecta liquidez a las familias y empresas, o van a saltar las hipotecas “subprime” a la española en cualquier momento, porque sencillamente, no se van a poder pagar. Y entonces, sí que reventará el mejor sistema financiero de occidente.-

Pues lo dicho, Sr. Presidente, en mi opinión Vd. se equivoca, y nos conduce a un desastre económico. Todas sus medidas económicas tienden a paliar los efectos esperando que la economía mundial tire de la economía española, pero se equivoca… La economía española está en un pozo y usted se puede convertir en el enterrador de lo poco que queda. No se olvide que es mejor política social conservar los puestos de trabajo que pagar subsidios de desempleo…