martes, 22 de junio de 2010

EL APLOMO


El otro día le escuchaba, Sr. Durán, hablando en el Parlamento nacional, mejor dicho, en el Parlamento de España, (dado que en la piel de toro florecen los parlamentos nacionales como setas después de la lluvia), y no sabía si su partido brillantemente representado por vuecencia, estaba dando una muestra de aplomo, de cinismo, de geta, o de circunstancias. Desde luego, de responsabilidad, que era lo que usted intentaba defender, no.-

A Vd. no tengo el gusto de conocerle, así que le ruego no se siente ofendido a título personal, pero usted es la voz de las posiciones de su partido, y, por lo tanto, a usted debo dirigirle mi opinión, subjetiva obviamente, pero que quizás enlace con la opinión de muchos compatriotas.

Me maravillaba observarle, la fascinación me elevaba a círculos celestiales ignotos, casi casi levitaba. Y ya, experiencia gozosa, cuando le oí a usted hablar de la responsabilidad con España, tuve una revelación mística; esperaba que a continuación, vuesa merced solicitara la retirada del Estatuto catalán, la supresión de las embajadillas autonómicas, una educación y sanidad en manos del estado central, y, en general, la normalización del desmadre autonómico. Pero no… Su responsabilidad con España se limita a apoyar al Presidente del Gobierno, a los ministerios inútiles y a retirar de la cartera el dinero a jubilados, funcionarios, futuras madres y personas dependientes. Y por eso le aplaudieron los diputados sociales, porque usted es el puntal del Gobierno, y por lo mismo, cómplice en sus actuaciones. Joder, que tropa, que diría Romanones.

Seamos serios, por favor; ustedes, que tienen como único objetivo desvertebrar, destruir, separar, que elevan a verdad teológica sus mentiras separatistas, que mantienen el espíritu feudal por el cual los siervos de la gleba deben de mantener a los inútiles señores feudales, que tanto se dio en los territorios del Reino de Aragón en Cataluña, y han sido sustituidos por los modernos señores politiquillos y población a esclavizar. No me venga con milongas ni monsergas. Y no digo sermones, porque al menos estos tienen un cierto respaldo que les da las creencias de los fieles que lo escuchan. Ustedes, por sus actuaciones, por su comportamiento, por lo que representan, por el daño causado, no tienen derecho a utilizar ni la palabra responsabilidad, ni mucho menos hablar de responsabilidad con España.-

Su apoyo al Presidente del Gobierno sólo se fundamenta en sus intereses, en agrandar el desastre al que nos está conduciendo, en causar mayor conflicto, y todo ello sólo por sus intereses electoralistas y mirando los resultados de las próximas elecciones autonómicas.-

Su interés es aplazar el desastre final, impidiendo unas elecciones anticipadas que pudieran coincidir con las elecciones autonómicas. Si para ello da un respiro a este Gobierno, pues miel sobre hojuelas, que decía mi abuela. Ustedes hacen cálculos a corto plazo, su visión de la responsabilidad sólo llega hasta el siguiente regateo a la espera de obtener algún fruto maduro de este maltrecho país que es España. Su actitud es irresponsable y peligrosa, pero, además, miope.-

Ustedes dicen que de no aprobarse las medidas habría llegado el desastre, pero nos están engañando. El desastre se avecina, y ustedes sólo lo han aplazado, un poco, lo justo para ganar las próximas elecciones autonómicas y, quizás, para permitir a empresas y especuladores que deshagan posiciones comprometidas ante el futuro desplome español. Pero con la cortedad de miras que les caracteriza, pese a ese doble lenguaje que utilizan, en el que se atreven a hablar de responsabilidad con España un día y pedir la independencia de Cataluña al siguiente, no se han dado cuenta que en este barco que es España navegamos todos, que el hundimiento será colectivo, y, lamento decirlo, ustedes no son los mejores nadadores, así que vayan preparando cursos de buceo, porque les toca, al igual que a todos, tragar agua, con sapos y culebras.-

Si ustedes no hubieran apoyado al Gobierno, ¿qué? Pues elecciones anticipadas, o moción de censura, o gobierno de concentración nacional, o acuerdos políticos para salir de esta pesadilla. Pero esa opción no les interesa, porque cualquier salida racional al desastre pasa por corregir el desmadre autonómico, y eso no están dispuestos a aceptarlo, no sea que este chiringuito autonómico se acabe, así que mejor quitar dinero a pensionistas, funcionarios, futuras madres, personas dependientes y lo haga falta, eso sí, que no sea de su cartera.

Ustedes han mantenido este Gobierno, así que asuman la responsabilidad con sus actuaciones; interioricen su participación en el desastre, y, si no son capaces de decir la verdad, al menos no insulten nuestra inteligencia.